LEER A VUESTROS HIJOS UN CUENTO CADA NOCHE.


LEER A VUESTROS HIJOS UN CUENTO CADA NOCHE.
                                                       El Vagabundo y la Luna

Érase una vez un extraño hombrecillo que moraba entre las sombras de una ciudad. Prefería la noche al día, y al alba, se acomodaba sobre los tejados más mullidos de la capital. La gente, que nada de él conocía, acostumbraba a susurrar a su espalda mientras el hombrecillo dormía, ajeno a los demás.
–  ¡Pobre vagabundo! –se lamentaban los más bondadosos– ¡Qué vida tan desgraciada tendrá!
A aquel extraño vecino le acompañaba siempre un gato, lleno de tantas manchas que parecía vestido de lunares, y ¡hasta unas botitas blancas parecía calzar!
Poco más poseía aquel hombre, salvo una pequeña flauta que le alegraba las noches, mientras todos dormían y él despertaba. Y sin embargo, era el hombre más rico de la ciudad.
Cuando la ciudad dormía todo se tornaba de paz y tranquilidad por las calles y recovecos de aquel lugar. Solo un pequeño hombrecillo y su gato de cien manchas, permanecían en aquel momento con los ojos abiertos. Aquel vagabundo (como le llamaban),  hacía entonces sonar su flauta llenando las avenidas de alegría, color y magia. Sentado a los pies de la mismísima luna, cada noche silbaba el músico al viento todas las melodías que recordaba.
–  ¡Qué dichoso y afortunado me siento aquí sentado! – comentaba a menudo el músico acariciando a su curioso y pintoresco gato.
Arropadito por un buen manto de estrellas, tocaba y tocaba sin darse cuenta la noche entera, y cuando todos comenzaban a despertar volvía junto a su gato a buscar tejados mullidos donde poder reposar.
Así una y otra vez hasta que acabase el día, y la noche y la música tuviesen de nuevo lugar.
                                                                                                   M.Pin.A. 27/4/2016

Comentarios

  1. Hola Mónica.. Lo que esta claro, es que no es mas rico el que mas tiene, si no el que menos necesita..
    Claro que eso es en la literatura..

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  2. Quizá la verdadera riqueza es sentirse bien con uno mismo y el poseer poco, pues así nos damos cuenta de que lo mas importante va dentro de nosotros. Bonito cuento que deja una interesante reflexión. Besos

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  3. Hola Llorenç.
    Disculpa por tarar en responder. Pues sí, no es más feliz el que más tiene, sino el que se conforma con lo que tiene.
    Un abrazo.

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  4. Hola Bea.

    El que vive de la abundancia para sentirse mejor, no valora lo que tiene y se siente siempre mal, por que no es el milagro de las soluciones, sino el que se conforma con lo que tiene.
    Un abrazo

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