FARMACIA DE GUARDIA: PRIMAVERA 2018
MIS MARGARITAS.
El domingo 25 de marzo 2018, me fui con unas amigas a comer
fuera, con Adelina, Mónica, mí madre y yo, pero antes pasamos la mañana echando
un vistazo al mercadillo de Collbató.
La verdad que echaba de menos a mi amiga Trinidad, una mujer
encantadora que lleva muchos años luchando con su cáncer y es muy positiva.
Hace maravillas: muñecas de trapo, bisutería de fantasía, monederos, tapetes, y
trabaja todo a mano. Su parada es artesanía hecha por Trinidad.
Caminaba tranquila por el pequeño pueblo de Collbató. El cielo
estaba nublado, lloviznaba un poco, pero el clima era agradable. Un viento suave
que aliviaba la piel del rostro y los pulmones se llenaban de oxígeno, era para
disfrutar de un día gris.
De pronto me detuve delante de una parada de flores, y mis ojos
se eclipsaron de alegría al ver aquellos vivos colores, hasta que mi mirada se
poso en una maceta de Margaritas blancas. Su olor, color… tan puro, fresco me
llamaba con cierta exigencia. Se la pedí al floristero y con una delicada
sonrisa me las entregó en mano, dentro de una bolsa de plástico. Se las pague y
seguí caminando.
Por momentos abría las asas de la bolsa y las miraba, su
blancura transmitía paz y una buena energía enorme cada una de ellas. Sus pétalos
blancos y su polen amarillo en el centro.
Iba bien contenta para Barcelona con mis amigas y mis Margaritas
protegiéndolas dentro del coche.
Al llegar a casa la trasplante en una maceta con más tierra
abonada y ahora todas las mañanas cuando me levanto le doy su dosis de agua y
por las noches de nuevo otra vez su dosis de agua, que es el gran alimento para
que sigan así de vivas y tan radiantes que alegran todo el balcón.
" HAZ DE TI, UNA VIDA VIVA Y PLENA DE LUZ PROPIA, NATURAL. "
M.Pin.@ 28/3/2018
Muy bonitas las fotos. Las margaritas tienen un encanto especial. Me recuerdan mi época de juventud. Crecían en el huerto, altas y hermosas, cada primavera/verano. Fueron desapareciendo y tengo nostalgia de aquellas margaritas grandes, a las que no se les daba importancia hasta que se echan de menos porque ya no están. El tiempo aquí es tan frío que apenas asoman las flores en la primavera. Las que están adaptadas, las autóctonas, sí, pero las domésticas son algo lentas en este clima. He plantado muchas dalias estos días, para que salgan a finales del verano si no se las comen los ratones. Qué bonitas son las flores que con sus colores, formas y fragancias nos hacen la vida agradable. Un post muy primaveral! Que salgan adelante esas margaritas! Un abrazo, Mónica.
ResponderEliminarHola Bea.
ResponderEliminarMe gusta tu experiencia. Lo que me cuentas es muy bonito. Siempre has tenido margaritas entre el verde césped de casa o en la huerta. Dan mucha vida. Es una flor de exterior, que necesita agua todos los días y sobre todo mucha luz.
Pienso que aunque haga mucho frío, puedes tener margaritas puestas debajo del solar donde tienes las tumbonas. Ahí no creo que se mueram. Prúebalo. También puedes colocarlas en la ventana de tu hermoso salón que tienes en la planta de arriba. Con la luz que va el ventanal y el agua que le des, vive igual. Y encima alegra la vista.
Un abrazo.