FARMACIA DE GUARDIA: LOS VERANOS DE MÓNICA.

LOS VERANOS DE MÓNICA

Cuando llega el verano me lleno de entusiasmo por volver a estar con mis familiares y amigos que me he pasado sin verlos durante todo el año.

Aquí en el Norte, disfruto mucho por el Clima, de las playas cristalinas, de la buena merluza, las exquisitas ensaladas de las huertas, de la judía tierna, de las patatas y otros alimentos sanos cosechados de la tierra.   

Reunida hacemos un apetecible aperitivo por la mañana bajo la parra de las uvas, mientras recibo las vitaminas del sol y converso con la gente. Durante el suculento aperitivo y la bebida refrescante, se va haciendo el exquisito churrasco en su barbacoa y otros alimentos en la chimenea de leña y dentro de la casa se van haciendo manjares en la cocina de leña y durante toda la mañana los invitados van llegando, los más tempraneros vamos para ayudar hacer postres, poner la mesa para unas 20 personas aproximadamente.   

  

                                                                                             

Las invitaciones son prácticamente todos los días, de salidas de arriba para abajo, unos días con la familia y otros días con amigos, conocidos…

Paloma, es una mujer que me contó su experiencia.

Los meses de verano acoge cada año, niñas saharauis, del Sahara Occidental.

Yo misma tuve la oportunidad de conocer a una niña que Paloma la acogió cada año, desde muy pequeña y a partir de los 14 años ya le toco despedirse de la niña, para acoger a otra.  

Recuerdo bien las cosas que me explicó la criatura de su país en el Sahara y en el Tinduf.

Me dijo que allí los niños iban a buscar agua caminando muchísimo con cubos. Que por las mañanas en la tierra hacían una masa parecidas a las tortas de aquí, para desayunar. Que vivía en un campo de refugiados de Tinduf y una mujer les daba clases en una cueva a los niños de la zona donde ella vivía con su madre. También me dijo que allí no tenían luz, ni casas como en España.

-Yo le pregunté… ¿ y que te paso en tu ojo izquierdo…?

La niña me respondió.

Mi ojo izquierdo fue cuando me puse enferma en Sahara. Me llevaron a Tinduf y decía una señora que era la enfermedad del mal de ojo.

-Imaginaros, yo enseguida pensé en los temas relacionados con los Budus. 

Le dije que explicara bien

esa enfermedad.

-Mientras la niña se reía de la cara que le puse con mis ojos bien abiertos. Ella me dijo.

-La enfermedad del mal de ojo me puso una persona muy mala, que te mata cuando estaba con mi mama en la religión. Y mama me llevo a curarme el ojo para no quedarme ciega del mal de ojo.

-Yo me quede fatal. Le pregunté que le hicieron para volver a ver.

- La niña me contó que una mujer le dijo a su mama y ella, tenían que tomar todos los días unas hierbas, pero tenían que quemarlas.

-Mi mama no tiene dinero, pero la señora tan buena le regalo las hierbas, pero el ojo se queda así para siempre. Ahora ya estoy bien.

Vivo en otro campamento de Tinduf y estamos bien.

Tengo amigas y trabajo con ellas y mama.

Mi papa, se caso y no lo veo.

-En fin, creo que escuchando a los más inocentes te explican cosas en persona y son muy duras, no es lo mismo estar de cara a cara, que verlo por televisión cada día, pero cuando ya te explica una criatura de 8 años creo que no necesito más lecciones. Me basta la verdad de una inocente, “que mil adultos volando”, por esta misma razón se me pone mal cuerpo, cuando veo las noticias internacionales son escalofriantes en un mundo tan la mal repartido y manipulado.

Mientras unos huyen de las guerras, otros las van provocando.  

     

Bueno, después de compartir tantas cosas durante las vacaciones, siempre mis familiares y amigos seguimos de un lado para otro, probando gustaciones y visitando nuevos lugares.

 

                                                                      M.Pin.@ 13/5/2018