FARMACIA DE GUARDIA.

LUCIDEZ.

En la serenas y sosegadas mañanas  reaparece una lucidez,

tu voz se escucha en mí interior,

¿ Qué daría yo por volver ha verte una vez más ?.

La vida no es fácil,

lo sé...

pero tampoco imposible,

hacia ti voy,

es la promesa que tengo contigo,

pasaron diez años,

te quiero y ni un solo día te olvido,

seré yo la que volverá,

no temas,

tengo tanto que contarte,

soy feliz..

forme mi propia familia,

pero faltas a mi lado, 

pocas veces me equivoque,

fui joven como tú,

supe tener las ideas claras,

aunque algo trasto como todos,

pero todo pasa,

que vamos a decir,

tu carácter lo herede,

aquí me tienes frente a la lápida,

viajo por ti todo lo haga falta,

no importa las horas que dure el trayecto,

ya descansaré,

soy mujer armada de valor,

el alma cargará con mi cruz hasta al altar,

veo la tibia luz del largo pasillo de la Iglesia,

y él a mi lado me repite en cada viaje,

-  no tienes fe, tu, ni nada...

siempre le respondo con una mirada,

de un giro me cambio la vida,

no conozco el miedo,

ni se lo que significa la debilidad en mí,

lucho sabiendo con quien no debo estar,

sonrio recordando ser la niña de tus ojos,

tiemblo cuando amo,

pero también tiemblo desgarradamente de sufrimiento,

me pregunto...

¿ qué novedad, no ?

gracias te doy por llevarme a las montañas de Montserrat,

no quería verte sufrir,

no fue mí intención,

lo siento mucho,

sentía rabia cuando supe que el señor te llamaba,

un soplo de viento frío nos separo del mismo camino,

de la tierra,

el alma al cielo,

no existe soledad alguna,

te llevo en mi seria madurez. 

                                             M.Pin.@.