ANA MARIA MATUTE.



MI HONOR A LA ESCRITORA..... 



Hoy recordando con mucho cariño y con un gran afecto por la escritora Ana María Matute, se me ha ocurrido hablar de uno de sus fantásticos cuentos infantiles.

Cuando yo era una adolescente de 16 años me regalaron  “ Sólo pie descalzo”.
Se trata de un cuento en el que la protagonista es Gabriela, una niña que pierde un zapato de charol el día que su familia se los regalaron.

Personalmente des de que leí esta historia llena de fantasías ya pasaron 23 años y aun me acuerdo de aquel cuanto como si fuese hoy mismo. Me lo leí con tanto entusiasmo que después se me abrió una gran curiosidad de leer más cuentos de la misma autora y con el tiempo descubrí que las escritoras/es podían tener la ocasión de conocer a sus lectores, peo yo aun no disponía de suficiente tiempo para estas cosas, por que me pillaba en mi época de estudiante, pero con todas mis cargas a mis espaldas tenia presente una cierta ilusión muy grande, que algún día tendría la oportunidad de conocerla en persona y contarle todas las cosas buenas que me trasmitieron otros de sus cuentos, después de haber leído el primero como lo tengo aquí plantado yo seguí leyendo otras fantásticas historias.    

Gabriela era la pequeña de dos hermanas más mayores que ella. Su madre era la típica mujer que se pasaba el tiempo en la cocina haciendo croquetas y otras delicias, pero la pequeña siempre observaba las diferencias de sus padres entre sus dos hermanas grandes y ella.

Cuando la madre de Gabriela le daba una croqueta a cada hermana mayor de la más pequeña, ha Gabriela solo le daba media croqueta.

Las dos chicas tenían permiso para estar en el cuarto de sus padres para presumir de los vestidos de su madre y de los zapatos de tacón, pero Gabriela en casa de sus padres no le daban esa libertad y la niña se sentía triste. La pequeña Gabriela miraba por el cerrojo de la puerta de la habitación de sus padres y veía lo bien que se lo pasaban maquillándose, poniéndose los tocados, los calzados de tacón alto, los vestidos…

En el despacho de su padre también no podía entrar Gabriela por que era muy pequeña, para saber demasiadas cosas, pero sus hermanas mayores si tenían permiso llamar a la puerta y entrar…

Hasta que un día Gabriela mientras permanecía en su cuarto jugando le empezaron a caer las lagrimas de desconsuelo y la pequeña empezó a pensar que sus padres las querían más a sus hermanas que a ella…      

Deseo que os guste las pinceladas que escrito para saber realmente como era realmente el cuento de "Sólo un pie descalzo ".  
   




Comentarios

  1. Me gustan los cuentos que pones porque de todos ellos se aprende algo. Conocer a los autores es algo que todos deseamos cuando nos gusta lo que escriben. Poder comprobar que son personas normales, como cualquiera, con ese don especial para la literatura. Parece que siempre ha habido "Cenicientas" en todas las familias. Difícil educar en la equidad. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Hola Bea...!!
    Buenos días.
    Me alegro que te guste mi opinión sobre lo importante que es poder conocer autoras/es propios. A pesar de que algunos da la sensación de que van acompañados de sus escoltas, pero bueno como tu misma dices siempre se aprenden cosas muy curiosas de cada escritor. Para mi me da lo mismo el tiempo que lleven escribiendo y la cantidad de libros que lleven escritos. Admiro el trabajo de todos los que se dedican a la literatura y el sacrificio que se toman para sacar un libro con éxito. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Hola Monica... Parece mentira como escritores de la altura de Ana Maria Matute, pueden marcar nuestra infancia, sus libros son la fuente en la que bebemos para formar nuestras ilusiones y nuestros sueños de mayores...
    Saludos....

    ResponderEliminar
  4. Hola Llorenç. Buenos días.
    Así es, me lleno mucho cuando leí algunas de sus obras en una época de mi vida bastante complicada en cuestiones de salud como tu bien lo sabes.
    Son buenos cuentos y tiene muy buenas obras para adultos también, pero los de la infancia dejan a una, un tanto marcada. Para mi Ana María Matute era como la típica abuela que se sienta en su mecedora al lada de la chimenea en fríos inviernos donde te cuenta un cuento y merendando unas galleta con chocolate.

    Muchos Saludos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

FARMACIA DE GUARDIA.

FARMACIA DE GUARDIA

FARMACIA DE GUARDIA.