FARMACIA DE GUARDIA
LA ELEGANCIA DEL CABALLO.
Yo siempre quise y había deseado montarme a caballo, pero des de que tengo uso de razón, nunca lo veía nada fácil y mucho menos siendo una mujer de ciudad, es más difícil encontrar el momento, el lugar, la hora y el día.
Estas cosas que se logran hacer realidad, son las que de verdad nos atrapa de felicidad. Y bien hechas solo se consiguen en los pueblos de las afueras de la ciudades. En esas familias que viven felizmente sembrando en la tierra y cuidando de los animales. Rodeada de altas montañas, como si fuera en una selva donde se vive en libertad, con el alma al aire libre.
Los objetivos se consiguen buscando, hablando, preguntando, reaccionando, pidiendo permiso y agradeciéndolo y disfrutar de aquello que te has plantado vivir.
También es cierto que hay problemas de salud que impiden trasladarse a otros lugares y poder conocer nuevos sitios, nueva y buena gente por estar pendiente de las causas de salud, pero sí te ves capaz y puedes, hazlo…!!
¿ Quien me diría a mi que iba a tener la oportunidad de montar a caballo ?, pues absolutamente nadie me lo diría. Poniendo valor, siendo decisiva, como así lo soy. Sin conocer el miedo, sino tomar las decisiones des de el primer momento, actuar para cumplir los sueños de mi propia vida, y jamás de los jamases no escuchar las palabras de las personas negativas que son variables e indecisos hasta para ellos mismos.
La verdadera felicidad siempre esta ahí presente, para uno mismo hacerlo realidad.
Su elegancia es envidiable, sus andares, la firmeza y la sensibilidad que tienen cuando saben que la persona es mala o vulnerable. Nerviosa o muy tranquila.
Esto si que son historias de verdad… Unos montaron a
caballo antes que yo, pero nuca es tarde cuando si la dicha
es buena, bienvenido sea, para hoy y
siempre.
M.Pin.@16/1/21
Te felicito, Mónica, por hacer realidad tus sueños. Siempre has luchado por superar las barreras y ahí estas, montada en un precioso caballo, a punto de convertirte en una amazona. Si puedes, hazlo mas veces hasta quevte sientas cómoda y segura. Es genial montar a caballo y terapéutico. Besos
ResponderEliminarGracias, Bea. Siempre me meto donde no estoy segura si me carié, pero yo soy la dueña de mis propias superaciones y la única en decidir lo que de verdad me gusta hacer y ya ves. Una experiencia de más en medio de una época complicada con este confinamiento. Cuando pueda volveré. Es un caballo muy cariñoso y muy bueno, la verdad. La hija es más rebelde y más trasto pero las dos son buenas.
ResponderEliminarMe alegro de verte por aquí.
Abrazos y cuídate.