FARMACIA DE GUARDIA

  GALICIA. Querido papa. Hace diez primaveras que te marchaste y ya deje verte a mi lado, y a pesar de todo te sigo queriendo tanto, como el día que te fuiste para dormir y descansar. Añoro tu presencia y por más que busque tu consuelo no lo encuentro. Tu voz, tu acento, pero nada. La vida es muy bonita y a la vez se rebela injustamente. ¿ Qué podría dar yo por verte de nuevo ?.  En estos años deseaba que vieras como he ido creciendo y asumiendo momentos de la vida que dan un cierto respeto, pero a la vez me hace mucho más y más fuerte. Siempre me veo acompañada de tu ausencia. Fuiste siempre tan firme, que para mi no existió un padre más impecable como tu. Imagínate como voy a olvidarte. Eres tan guapo y el único que iluminabas mi corazón. Mis días los hacías esperanzadores. Razones tenias que me ayudaban ha ser dura y eso fue lo que agradezco y lo llevo dentro de mi. Tengo tu carácter heredado como si fuera toda la genética a parar sobre mi. Y es lo más. Papa, estoy tan orgullo