FARMACIA DE GUARDIA.

ESE FUI YO.

Mi querido papá.  

Desde que te fuiste al otro lado de la vida, dejaste una ausencia en mi. El vacío es tan grande que no volvió.  Siempre te llevo conmigo, en mi memoria. Recordando aquellos lugares a donde íbamos ha comer los fines de semana.

Me cambio la vida. De ver las cosas diferentes, de ser yo y entender aquello que en mi, me vale la pena luchar y de aquello que no necesito para nada. No se que podría dar, por volver ha verte y conversar para explicarte como me va todo. Quiero que sepas que te recuerdo y que mientras te tuve en presencia, aquellos tiempos que vivimos no los olvido. Fuiste un padre maravilloso. De aquellos que me enseño mucho y aprendí de verdad cosas muy importantes de la vida. Eras un hombre con un talento de humanidad impresionante. Tu fuiste el mejor padre del mundo mejor y el más guapo y el más querido por mi.

                                          

Sí volvieras a la vida, solo por un instante, orgulloso estarías de verme y de como sigo. Creo que te llevarías las manos a la cabeza de la emoción. Y yo con un nudo en la garganta te recibiría.

Te echo mucho de menos, y se que aunque me cueste aceptarlo, tengo que aprender ha vivir sin tu presencia. 

Contigo me reía mucho y cuando tenia que ir algún sitio, ahí estabas siempre, esperándome. 

Recuerdo las navidades que pasábamos con mamá, parecían momentos que no dejarían de existir. 

Los cumpleaños, las velas que soplábamos de las tartas, los cohetes que encendías en las verbenas de San Juan, aquellos veranos de cielo azul, las tardes de siesta bajo la higuera en pleno verano. 

Cuando te preocupabas para que me aprendiera todas las 

tablas de multiplicar y me las tenia que aprender sí o sí, por que a la vuelta del trabajo me las ibas ha preguntar. Y yo cuando fallaba en alguna no te solía decir nada, pero tu ya entrabas a mi cuarto para que te las dijera de las dos formas, seguidas o salteadas, por que no querías que me aprendiera las cosas por rutina, sino comprendiendo todo lo que tenia que saber. Y cuando me ponías las divisiones de dos cifras... que tiempos aquellos.

¿ Recuerdas cuando me preguntabas por las reglas de 

ortografía ? sumar, restar, multiplicar y dividir. ¿ Y la geografía ?: las provincias, las comunidades autónomas, 

los ríos... etc.

Pues yo aun lo recuerdo, y los dictados que me hacías para 

comprobar esas V/B y La H, los acentos...etc... etc.  

Las cosas de mi infancia que me enseñaste, no se olvidan. Tampoco cuando empezaste a enseñarme manejar el diccionario para conocer las calles de Barcelona, pues no sabes lo que te añoro cuando paso por algunos Pasajes, Avenidas o Calles.

Los pueblos donde me llevabas me encantaban: San Sadurni de Noia, al Monsteny, a Besalú, al Aviñonet, a Cervelló... 

Todos estos lugares los echo mucho ha faltar, por que quisiera volver. 

Añoro también donde naciste, aquella aldea tan verde, es algo que siempre se queda en la memoria. 

Gracias papa, por enseñarme como se vivía en le campo. Contigo aprendí aquello que ahora lo ponen de moda en las grandes ciudades. 

Me siento afortunada de ser de ciudad y a la vez entender como vivía la gente en los pueblos y en las aldeas. 

LA CASA.

EL RINCÓN DE LAS VERBENAS. 

LA VENTANA.

EL PRADO.

EL CAMINO.

YO MISMA.

EL ÁRBOL DE LA SOMBRA

HORREO.

ESE FUI YO.