FARMACIA DE GUARDIA.

MUJERES PRIMAVERA.

Tu que eres mujer, el ser que llega al mundo se ilumina con luz propia. Ese brillo carismático de naturaleza fuerte que se hace poderosa e independiente ante cualquier batalla. Posando un valor deslumbrante entre el estrellado universo donde ella misma con certeza y esperanza salva la vida sin jugar a ser rivales, así se admira su belleza que desprende, tenga el canon que tenga, la capacidad es igual para cualquiera.

Esa mujer tiene una afición aunque cambie de edad, pero la tiene. Esa esencia la convierte socialmente autentica de todos los tiempos.

Desembarca olas azules como el cielo, abriendo un estilo. Es aquella que carga con las tareas domesticas, los hijos en los momentos más difíciles ahí esta ella, escuchando con atención y sin distracciones para analizar la respuesta a cualquier problema. Esa mujer, es la que paso los dolores de los partos, las reglas con molestias, la menopausia en silencio, los bajones de ausencia en momentos de pedir rotas de soledad, mientras el hombre no se da cuenta de las etapas que pasa una mujer, la misma con la que se caso y obtuvo familia. Se olvido de hablar con ella, desde que los hijos tienen hijos, los padres tienen nietos y los abuelos tienen hijos, nietos y biznietos.

Sin embargo la mujer conserva la hermosura, el cariño, la elegancia de su sonrisa como tal. Siguiendo el mismo camino van dejando una inspiración enriquecida, espiritual, que con entereza aguanta los dolores, es capaz de seguir dedicando su amor inagotable.

Esa mujer, madre, esposa, abuela, es aquella que nos hace sentir mejor. Aliviándolos y permitiéndonos un respira ante un mal momento, social, económico o cultural, sentadas, dialogando cuando toman juntos unas calientes hiervas de relajación. Es todo aquello que nos gusta escuchar.Ella, es la que percibe los olores de las flores de “Mujeres Primavera”, es la magia de la naturaleza a pleno Sol, su rostro demuestra una sonrisa de satisfacción.

En las noches sin luna o con luna llena, la mujer continua dando amor, desojando el corazón en alma viva. Ya sea trabajando duro; siendo profesora, escritora, cuidadora, investigadora, diseñadora, doctora,  arquitecta, ingeniera, administradora, organizadora, cocinera, ama de casa,  bailadora…

Esa, esa mujer que esta en la lucha merece una cena especial, un baño en el mejor balneario, un viaje de fin de semana, una caricia, un beso, un abrazo, unos masajes. Saber que hay que seguir queriéndolas como el primer día, que un hombre la vio, se enamoro a primera vista. Y la amo profundamente que la hizo sonreír  de amor. 

Me en maravillado cuando vi las costumbres aprendidas de nuestros antepasados se fueron heredando. Aprendiendo de aquellas abuelas y madres que durante toda la vida se han cuidado y saben seguir cuidándose, sin olvidarlas.

Los hábitos pueden cambiar, pero la elegancia no cambia jamás. La “Mujer Primavera”, no es aquella que se queda sentada en el sofá, esperando a que le piquen a la puerta de casa, para que le digan lo que sus oídos desea escuchar. Por sus propias batallas y batallones de trabajadora, currante, horada. Guarda su firmeza en su carácter personal. Ella, esa mujer, tiene padres, hermanos, abuelos, sobrinos, cuñados y buenos amigos.

Si se quiere a una mujer, son para ser amadas, respetadas y cuidadas.

 

                                                         M.Pin.@.